Probablemente hoy, como anunció el personaje este que tenemos como ministro
de Educación, Cultura y Deporte se llevará al Consejo de Ministros el
Anteproyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) que,
si alguien en su sano juicio y con un poco de crítica lee, podrá entender que no responde ni a la
mejora, ni a la calidad ni a la educación entendida como tal.
A lo que si responde esta ley es a los adjetivos de antipedagógica,
segregadora, antidemocrática, adoctrinadora y mercantilista.
Hay muchas razones para posicionarse en contra de esta nueva reforma
educativa, podemos ver alguno de ellos en "Porqué NO a la LOMCE"; y parece que los padres, madres y
ciudadanía en general no nos terminamos de enterar de las consecuencias que
estos puede traer.
Para empezar, esta ley introduce la competitividad en la escuela, reduciendo
la educación a "un motor que promueve la competitividad de la economía
(...) una apuesta para conseguir ventajas competitivas en el mercado
global" (tal cual aparece en la ley).
Vamos, que desde pequeños se nos enseñará que para lo único que venimos
a este mundo es a prepararnos para trabajar... eso sí, cada cual en el
lugar que le corresponde.
Porque en este "panfleto de ideales", se persigue separar a
aquellas personas "productivas" de las "improductivas" a través
de una retaila de evaluaciones en diferentes ciclos con la finalidad de evaluar
exclusivamente conocimientos teóricos e ignorando el trabajo diario en el aula
o la situación de cada alumno o alumna.
"Entre las principales novedades se encuentra la implantación de
evaluaciones a nivel estatal al final de Primaria, ESO y Bachillerato, además
de una prueba en 3º de Primaria para la detección precoz de problemas de
aprendizaje en los alumnos."
Estos "Programas de mejora del aprendizaje y el rendimiento"
establecerán una educación diferente para aquellas personas que a los
13-14 años hayan repetido algún curso o tengan problemas de aprendizaje.... más
claro, agua, ¿verdad?.
Después de dejarnos claro que es necesario crear, ya desde la escuela, mano
de obra barata, sin conocimientos, que pueda ser fácilmente manipulable
por los empresarios y que mantenga la boca callada, esta ley sigue con medidas
"estrella" tales como:
- Mayor
apoyo a las escuelas privadas, reforzando con dinero público este tipo de
enseñanzas.
- Facilidad
a los colegios privados para la segregación por sexos.
- Aumento
de las tasas universitarias, haciendo prácticamente imposible
que las personas con menos recursos (si han sido capaz de superar la etapa
educativa primaria, secundaria y de bachillerato, cosa nada fácil dado lo
que proponen) puedan acceder a la universidad (esto lo refuerzan con una
disminución de casi 50 millones de euros menos en becas).
- Promueve
la competencia entre centros educativos creando una clasificación de
posicionamiento según resultados según el cual se basará la financiación
que cada centro va a recibir (es decir, da igual que un centro esté
situado en un barrio con problemas socioeconómicos y estructurales graves
o que esté en la Moraleja, lo importante son los resultados y no porqué se
llega o no a ellos).
¿Y porqué esta entrada en un blog sobre acogimiento familiar?
Pues muy sencillo, porque los primeros perjudicados (que no los últimos)
con esta ley serán aquellos menores con más problemas para adaptarse a la
escuela, a sus ritmos, a sus evaluaciones... y entre estos niños y
niñas están los menores en acogida.
Porque ya es bastante difícil vivir una situación de desamparo, maltrato o
abandono a una edad temprana (y a cualquier edad, vamos), como para pretender que
estos menores adquieran los mismos conocimientos que el resto de sus compañeros
y compañeros de aula, sin tener en cuenta su situación personal, emocional y
psicológica.
Porque se fomenta una escuela en la que, "el que vale,
vale", y el que no, ya le enseñaremos como trabajar en una cadena
productiva de la cual será difícil (por no decir imposible) salir más adelante.
Y en esta misma situación están niños y niñas con discapacidades físicas y
psíquicas, estén o no en acogimiento familiar, aquellos que pasen por una
situación familiar o personal complicada, los menores inmigrantes o de minorías
étnicas o, simplemente, aquellos cuyos padres o madres no tengan la
oportunidad, el conocimiento o el tiempo suficiente para ayudarles en casa con
las tareas del aula.
Se está condenando a toda una generación, a todo un país, a vivir sin
oportunidades de mejora y superación. Se convierte la escuela en fábrica de
peones, de mano de obra barata. Se destruye el concepto de educación
pública y de calidad... pero nada, seguiremos sentados en nuestras sillas.
No puedo estar más de acuerdo, Mariu. Si al final todo se reduce a obtener "rendimientos económicos" y no sociales, mal vamos....
ResponderEliminarLirio
Hola! Sólo decirte que me gusta mucho tu blog y que te he seleccionado para recibir un premio que se otorga a los blogs nuevos. Espero que te guste. Puedes leer más en esta entrada de mi blog.
ResponderEliminarhttp://aprendiendoaserunasupermama.blogspot.com.es/2013/05/and-winner-is.html