lunes, 25 de febrero de 2013

PASO A PASO... EL PROGRAMA DE ACOGIMIENTO FAMILIAR




En este post vamos a intentar explicar un poco en qué consiste el programa de acogimiento familiar… ¡a ver si no resulta muy denso!

Este programa se lleva a cabo mediante un convenio entre la Junta de Castilla y León y Cruz Roja, y son las oficinas de esta entidad la que gestionan en cada ciudad todo lo relativo a las familias.

Aquí tampoco vamos a extendernos demasiado en  tecnicismos sobre el programa porque puede resultar un poco “rollo”, pero si nos gustaría que quedara reflejado que para ser familia de acogida no se necesita ningún requisito fuera de lo normal; simplemente disponer de una estabilidad emocional y física, así como tiempo para cuidar del menor o la menor (vamos, algo lógico, ¿no?)

El proceso es el siguiente: 

Lo primero es realizar una ENTREVISTA con la persona encargada del programa en Cruz Roja. En esta entrevista te explican los tipos de acogimiento familiar que existen (que son muy variados) y los pasos que se siguen hasta ser familia de acogida. Desde el primer momento queda claro que el acogimiento familiar es totalmente diferente a la adopción; el menor o la menor estará un tiempo en tu hogar, pero el principal objetivo es que vuelva con su familia (todo dependiendo de cada caso, claro).

Una vez que decides que quieres seguir adelante, que sí, que te tiras a la piscina, llega el momento de la FORMACIÓN, aproximadamente 12h en las que se te explica todo el proceso de acogimiento, las diferentes etapas por las que pasará el menor o la menor cuando esté en casa, la relación con la familia biológica, etc.  También se trabaja mucho el vínculo con la familia acogedora y el momento de la separación.

Después del curso, personalmente tuvimos una etapa de reflexión. Ahora conocíamos realmente el programa, con lo bueno y con lo malo… sólo teníamos que decidir si queríamos seguir adelante o no.

Es verdad que yo soy mucho más impulsiva que Ángel y pensaba que ya iríamos resolviendo las cosas según llegasen, pero para él toda esta situación suponía un cambio enorme y las dudas se le iban amontonando… hasta que, después de hablarlo y darle muuuchas vueltas, resolvió que había cosas que no podían conocerse hasta que no llegara el momento. Así que llamamos a la responsable del Programa para realizar la tercera fase, la VALORACIÓN.

En esta fase, las responsables del programa (una trabajadora social y una psicóloga, ambas de Cruz Roja) realizan una entrevista de 8h en tu casa… no os asustéis, ¡se desarrolla en diferentes días!

En esta entrevista te hacen un montón de preguntas sobre la pareja, el pasado de ambos, las respectivas familias, la educación que has recibido, el tipo de educación que darás a tus hijos en caso de que tengas pensado tenerlos, cómo harás frente a diferentes situaciones cuando el menor o la menor esté en casa… en fin… ocho horas de preguntas y respuestas que dan para un montón de cosas y que sirven para reflexionar sobre aspectos que quizás no hubieras pensado antes.

Una vez terminado esto, se formaliza el tipo de acogimiento para el que te ofreces y desde Cruz Roja llevan la propuesta de la familia a la Comisión de valoración de la Junta de Castilla y León. Bueno, esta comisión no sé si se llamará así, pero el caso es que presentan todos los informes que te han realizado a una serie de personas que valoran si entras o no a formar parte de la bolsa de familias acogedoras.

Y hasta aquí como es formalmente todo… aunque en nuestro caso todo fue un poco rápido. El último día de la valoración se nos comentó la posibilidad de realizar un acogimiento, aunque lo único que nos comentaron era que se trataba de una niña de 4 años.

Nos pilló muy de sorpresa, porque se supone que el tiempo de espera suele ser de varios meses una vez que entras en la “Bolsa de familias”.

Aquí decir algo que hay que tener muy en cuenta: las familias de acogida son un recurso para que los y las menores tutelados por la Junta de Castilla y León puedan vivir en un ambiente familiar durante el tiempo que estén separados de la familia. Esto quiere decir que no se selecciona a las familias por orden cronológico de inscripción sino que esta selección se realiza en base a criterios relacionados con lo que el menor o la menor necesita en ese momento y se considera que es adecuado para él o ella.

Pues eso, que nosotros dijimos que si, que si se nos necesitaba ya… pues adelante.

Y todo sucedió muy rápido: En unas pocas semanas se nos presentó el caso completo de “la pequeña”, nos lo pensamos, dijimos que sí, se presentó nuestra propuesta como familia a la Junta, tuvimos una segunda valoración en casa con las responsables de la Junta, se aprobó el acogimiento, establecimos el periodo de adaptación (de esto ya hablaremos) y… por fin, fuimos a conocer a “la pequeña”.

Pero este post es ya muy largo y esa “adaptación” requiere una explicación completa, así que mejor lo dejamos aquí. ¡Hasta el siguiente!

viernes, 15 de febrero de 2013

EL PORQUÉ DE ESTE ESPACIO


¿Y cuándo os lo quiten?
¿Es español?
¿Hasta cuándo está con vosotros?


Son muchas las preguntas que la gente te hace cuando les cuentas que vas a ser familia de acogida.

En nuestro caso fue fácil, ya que las personas que nos rodean han mostrado una sensibilidad muy especial hacia este tema. No hemos tenido oposiciones, ni caras raras, ni reprobaciones o advertencias… pero sí muchas dudas sobre qué es lo que realmente hacemos, cómo y por qué.

Esa es la razón de este espacio. Acercar a todas las personas que nos son cercanas, y aquellas a las que no, nuestra experiencia como familia acogedora. Porque, además, estamos seguros de que hay mucha gente que desconoce este programa y que podría lanzarse a esta aventura.

Y un último porqué… pues porque nos resulta una experiencia tan vital que queremos compartirla. Compartir los miedos, el día a día, las alegrías (que son muchas), los problemas…

En este blog no esperéis encontrar ninguna referencia explícita a la niña. De hecho la llamaremos “La pequeña” porque es una menor protegida y, como tal, su identidad debe ser preservada.

Además, quién es ella o los motivos que la han hecho llegar a nuestra familia, los cuales tampoco aparecen ni aparecerán, dan igual. Podría ser otra menor u otro menor, con una situación parecida o totalmente diferente; y entonces la experiencia sería otra pero seguiría siendo una gran experiencia.

Nosotros no estamos locos (a lo mejor un poco, la locura es lo que nos impulsa a aventurarnos), ni somos unos valientes (bueno, Ángel yo creo que sí porque para él es todo mucho más nuevo), ni hacemos algo que excepcional…  de hecho somos unos "novatillos".

Simplemente, conocimos el programa de familias acogedoras y nos decidimos a compartir un periodo de nuestra vida con un menor o una menor que nos podría necesitar durante un tiempo de la suya...