martes, 30 de julio de 2013

LLEGÓ EL VERANO... QUÉ HACER CON LOS NIÑOS

Llegó el verano (bueno, ahora ya sólo queda la mitad, pero en el camino estamos) y, con él, las vacaciones escolares; momento en el que se presenta la gran dificultad de muchas familias: “Y mientras trabajamos, ¿Con quién dejamos a los niños?”.

Bueno, pues la solución no es nada fácil… el problema de la conciliación laboral y familiar en nuestro país, se muestra en auge en esta época del año.

Si los niños o niñas son menores de tres años, la opción guardería es una buena opción, porque la mayoría abre en verano y el ritmo es prácticamente el mismo que el resto del año. Además muchas tienen programas específicos para los meses de julio y agosto (hay que contar con pasta mediante, claro…)

El problema es con niños o niñas mayores de tres años y hasta los 12- 13 años que ya pueden (o podrían) quedarse solos en casa u organizar su tiempo de manera más independiente (siempre bajo supervisión y ayuda).

Nuestra pequeña tiene 4 años. Edad mala, muy mala para buscar alternativas en verano. No es pequeña como para una guardería, pero tampoco es mayor como para encontrar suficientes actividades entre las que poder elegir (la mayor parte de campamentos que hemos mirado son a partir de los 6 años).

Entonces, ¿Qué hacer? Suponemos que, en ciudades más o menos grandes, las opciones serán más variadas, pero en la nuestra no ha sido nada fácil encontrar actividades adecuadas para una niña de cuatro años, teniendo en cuenta que buscábamos un sitio donde pudiera quedarse a comer (si trabajas de 8-15:30h, un horario de campamento de 9-14h no resuelve nada de nada).

¿Qué opciones teníamos?
La opción A es pensar en la familia próxima, normalmente los abuelos. Una opción más económica que las opciones B, los campamentos de verano.

El caso es que a nuestra edad, nuestros padres o madres (que rondan entre los 50-60 años) tienen también vida laboral, es decir, trabajan en el mismo horario que nosotros; por lo que esta opción queda descartada.

Otra opción dentro de la A sería recurrir a algún familiar que se encuentre en paro (nada raro en estos momentos) pero aquí se presenta el hecho de que, si el niño o la niña se quedan con él o ella todo el verano, el tiempo de búsqueda activa de empleo se reducirá considerablemente.

La opción “familiares” también tiene sus desventajas ya que, desde nuestro punto de vista, en un campamento de verano, los niños y niñas pueden adquirir habilidades muy positivas para su desarrollo tanto social como emocional y cognitivo que, pasando todo el verano con adultos, no desarrollaría de la misma manera.

Opción B. Buscar actividades que pueda hacer la pequeña durante la mañana. Y aquí viene otro caos…
Centrándonos en los campamentos, podríamos decir que existen dos tipos según su temporalidad:
  •  Los campamentos (o colonias de verano, término ya casi en desuso), como tal entendidos, en los que los niños o niñas pasan 10-15 días fuera de sus casas, pernoctando en tiendas de campaña, albergues o similar.
  •  Campamentos urbanos: se desarrollan durante la mañana, la tarde o ambas, pero los niños y niñas duermen en casa.

Nuestra opción, por las circunstancias de la pequeña, fueron los campamentos urbanos. Aunque con 4/5 años existe la posibilidad de los campamentos de “iniciación”, donde los pequeños pasan 4-5 días con pernoctaciones en un lugar cercano (incluso dentro de la misma ciudad), nosotros no la elegimos por las características personales de la niña (en 10 meses ha pasado del hogar familiar a un hogar de menores, luego a nuestra casa y ahora anda a medias entre la nuestra y la de su madre)

La opción de los campamentos de iniciación está bastante bien para:
  • Adquirir hábitos de autonomía fuera del hogar familiar.
  • Convivir con otros niños y niñas de una manera más intensa que en los campamentos urbanos.
  •  Empezar a pasar tiempo fuera de casa de una manera progresiva en niños o niñas que no hayan salido fuera de casa sin los progenitores principales.

Bien, ya tenemos la opción elegida: Campamentos Urbanos. Ahora “sólo” queda encontrar la mejor opción. Y aquí no sólo nos vale el horario, en el que ya descartamos algunas opciones, sino que hay que buscar más allá.

El tiempo que pasan los niños y niñas en los campamentos no debe pretender sólo ocupar el tiempo libre sino que tiene que cumplir ciertas características.

Quizás sea “deformación profesional”, pero creemos que el uso del tiempo libre es muy importante en el desarrollo de los menores y que, unas buenas pautas adquiridas desde pequeños, ayudarán a la persona a definir qué tipo de ocio quiere tener cuando sea adulto.

¿Y cuál es la mejor opción? Pues nunca habrá una perfecta, porque no existe, pero sí podemos aproximarnos teniendo en cuenta una serie de características: equipo de monitores y monitoras, actividades, organización, filosofía…

Lo importante: no quedarnos con la primera opción que veamos y "dar la lata" para hacer tooodas las preguntas que nos puedan ayudar a decidirnos.

¡A pasarlo bien!

miércoles, 10 de julio de 2013

TIPOS DE ACOGIMIENTO FAMILIAR... PORQUE NO TODOS SON IGUALES



Después de un tiempo de "parcial abandono bloguero" volvemos a la carga con una entrada sobre los tipos de Acogimiento Familiar que existen (al menos en Castilla y León).

Al igual que es importante saber que cualquier persona puede ser madre/ padre/ familia de acogida, ya que no hay unos requisitos cerrados; es importante conocer que existen diferentes tipos de acogimientos y que estos variarán dependiendo de la situación y necesidades del menor.

Conocer los tipos de acogimiento puede servir para que haya personas que puedan plantearse formar parte de esta experiencia, ya que cuando realizas la entrevista en Cruz Roja, tú decides qué tipos de acogimiento estarías dispuesto a realizar.


La clasificación  se establece atendiendo a diferentes criterios:

POR LA FINALIDAD DEL ACOGIMIENTO
  • Acogimiento Familiar Simple: Son aquellos que tienen un carácter transitorio. Bien porque se prevé que el menor regrese a la familia biológica o porque se resuelva con otra medida como la adopción.
  • Acogimiento Familiar Permanente: Cuando la edad, u otras circunstancias del menor y su familia, aconsejen su mantenimiento en la familia de acogida por un tiempo indeterminado.

POR SU DURACIÓN
  • De corta duración: cuando el acogimiento no supere los 3 meses (suele ser el caso de los bebés en adopción, los cuales pasan a una familia de acogida por el tiempo que se tramita la adopción)
  • De duración media: cuando exceda los tres meses y no supere los dieciocho.
  • De larga duración: cuando sobrepase los dieciocho meses (más de año y medio).

POR LA VINCULACIÓN DE PARENTESCO DEL NIÑO O NIÑA
  • Acogimiento en Familia Extensa: Es aquel acogimiento que se realiza con parientes del niño o la niña hasta el tercer grado de consanguinidad (tíos, abuelos, hermanos). También pueden ser personas sin esta relación de parentesco pero que han mantenido relación con el menor.
  • Acogimiento en Familia Ajena: No existe relación de parentesco con el niño o niña.


POR EL TIPO DE ATENCIÓN QUE NECESITE EL MENOR
  • Ordinarios: para niños y niñas que, a pesar de la situación que hayan vivido (abandono, maltrato, desprotección, etc.), no presentan una especial dificultad en su atención.
  • Especializados: siempre teniendo en cuenta las características de los niños o niñas.
  • Especial dedicación: menores con graves problemas de salud o discapacidades.


POR LA FORMA JURÍDICA 
La forma jurídica del Acogimiento se establece en base a la aceptación o no del acogimiento por parte de la familia biológica.:
  • Administrativo: es el que se formaliza a través de la Administración al existir consentimiento por parte del padre, madre o tutores.
  • Judicial: Lo acuerda un juez cuando no existe consentimiento o se opone el padre, madre o tutores del niño o niña al acogimiento.
  • Provisional: Este acogimiento lo formaliza la Administración sin contar con el consentimiento de los padres o tutores del niño, pero exigiéndose que en plazo máximo de 15 días se presente propuesta de acogimiento al juzgado correspondiente. Este tipo de acogimiento continúa hasta que se produzca la resolución judicial.

POR LA CONTINUIDAD O DISCONTINUIDAD EN LA ATENCIÓN AL NIÑO O NIÑA 
  • A tiempo completo: el niño convive de forma continua con la familia de acogida.
  • A tiempo parcial: se trata de un tipo de acogimiento en el que la atención es discontinua (fines de semana, horas, días concretos, vacaciones...)
  • Como respiro o complemento para la propia familia del niño o niña.
  • Como paso previo a un acogimiento a tiempo total, ya sea procedente de la propia familia o de un centro.

De esta manera, un acogimiento responderá a varias de las características anteriores. 

En nuestro caso, es un acogimiento simple en familia ajena, de duración media. La resolución fue judicial ya que, aunque la madre de la pequeña consintió el acogimiento, no se pudo contactar con el padre así que, al no haber consentimiento de ambos progenitores, se hizo por resolución judicial.