lunes, 4 de marzo de 2013

CONOCIÉNDONOS...

¿Estamos seguros de lo que vamos a hacer?
Ummm.... no, probablemente no... pero ya lo iremos descubriendo.


A finales de octubre ya habíamos dicho que sí al acogimiento de "La pequeña" y, después de la valoración por parte de las técnicas de la Junta y su aprobación como familia acogedora de la niña, establecimos el calendario del "periodo de adaptación".

Y qué es esto, nos diréis .. pues muy fácil, es un periodo de tiempo en el que establecen una serie de contactos entre la menor o el menor y la familia de acogida para hacer la adaptación a la nueva situación más fácil para todos. En nuestro caso, al ser una niña relativamente pequeña (acababa de cumplir los cuatro años a finales de octubre), el periodo fue corto y tuvo una duración de un mes. 

Entre semana se establecieron visitas de dos/ tres horas los lunes y miércoles (que son los días que libramos Ángel y yo por las tardes) para salir con "la pequeña" del centro en el que estaba. También se establecieron dos fines de semana en los que se vendría a casa a dormir desde el viernes hasta el domingo por la mañana.

Ahí ya empezamos a estar un poco más nerviosos con todo lo que se nos venía encima. Especialmente nos preocupaba el momento de ir a conocer a "La pequeña". El hecho de estar dos horas con una niña de cuatro años que no conoces, en una habitación y con una persona de la Junta observándote (más la responsable del Centro en el que estaba la niña) no nos hacía especial ilusión, pero al final fue bastante mejor de lo que creíamos.

Así, el 7 de noviembre fuimos al centro donde estaba "La pequeña" a conocerla. Llegamos allí y, nada más abrir la puerta, aparece una niña con el pelo muy largo y con una mirada entre curiosa y algo tímida, a la expectativa de lo que iba a pasar. 

Este primer contacto fue muy bien. Hablamos de ir otro día a dar un paseo, de salir al parque o de venir a casa a cenar. Y la niña, que quince minutos después de nuestra llegada, ya había dejado la timidez a un lado, parecía encantada con todo aquello. Nosotros nos preguntábamos después que se le pasaría por la cabeza en aquellos momentos... y aún nos lo seguimos preguntando muy a menudo.

Al ser la primera visita, desde Cruz Roja, nos recomendaron llevar un pequeño regalo para la niña, así que compré un gato rosa del Imaginarium. Este regalo tenía dos porqués, el primero era la posibilidad de iniciar  conversación sobre nuestros gatos; lo cual resultó muy útil porque "la pequeña" estaba emocionada con la idea de ir a conocerlos, y el segundo porqué era el hecho de la curiosidad que representan... lo cual luego ha resultado ser una característica muy propia de la niña.

Raspapollo sin saber lo que se le venía encima...

La primera noche en casa no dormimos nada bien... cualquier ruido nos ponía alerta, estábamos pendientes de si dormiría bien o se despertaría, de que pudiera echar de menos el centro o pasar una mala noche... preocupaciones que fueron en vano porque "La pequeña" duerme como un lirón, es capaz de estar once horas sin despertarse del tirón y algunas veces, ronca como un león ... 

Y así, entre visitas durante la semana y fines de semana en nuestra casa pasó el mes de noviembre como si sólo hubiera durado dos días y no treinta.

Las sensaciones durante este mes fueron muy diversas. Miedo, ilusión, alegría, incertidumbre... Y dudas, muchas dudas... ¿seríamos capaces de hacerlo, y hacerlo bien? ¿Hasta qué punto todo esto iba a cambiarnos?. Y nuestra relación como pareja, ¿Se vería muy afectada? ¿Y si a los dos meses no podíamos más?.

Pero como decía Ángel... todo esto sólo se resolvería con el tiempo así que, el 30 de noviembre, después de firmar el compromiso del acogimiento,  "La pequeña" se vino definitivamente a vivir a nuestra casa. 




1 comentario:

  1. ¡Qué nervios!, ¿no? El ir a conocerla. Es que además piensas en la situación de la nena y en que quieres que esté bien, supongo, y es una responsabilidad tan grande... ¡que cada vez que leo una entrada vuestra no me queda más que volver a decir que sois unos valientes y que muchas gracias!

    Superasteis con nota el periodo de adaptación y ahora estáis todos juntos, felices de la vida. Aprendiendo cosas nuevas cada día, y compartiendo con la pequeña todo lo bueno que tenéis,que es mucho :D

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