viernes, 22 de marzo de 2013

UNA TABURETE DE TRES PATAS


Una vez inmersos en el Acogimiento, queríamos acercaros algunas cosas más sobre los tres pilares que, a nuestro modo de ver, conforman las relaciones y el fluir de la experiencia del Acogimiento: los y las menores, las familias biológicas y las familias acogedoras. 

Aunque luego existe todo un entramado de instituciones, asociaciones, técnicos profesionalizados o personas que hacen que todo esto sea posible.

Esta entrada tiene un doble objetivo; por un lado nos gustaría aclarar algunas dudas que diferentes personas nos han planteado y, por otro, intentar desterrar algunos prejuicios que a veces se tienen sobre las familias biológicas.

¿Empezamos?



1. LOS Y LAS MENORES
El programa de acogimiento familiar está destinado a menores entre los 0 y los 17 años que, por alguna circunstancia, han sido separados de sus familias biológicas. 

El objetivo es que estos menores no pasen demasiado tiempo institucionalizados en un centro sino que puedan vivir en un ambiente más familiar, con todas las ventajas que esto supone para su desarrollo como persona.

En este momento no entraremos a valorar las ventajas o inconvenientes de los centros o las familias, porque el debate puede dar para mucho pero, personalmente, creemos que cualquier menor merece la oportunidad de vivir la experiencia de convivir en una familia.


2. LAS FAMILIAS DE ACOGIDA
En un primer momento se intenta que el menor sea acogido por algún miembro de la propia familia (siempre que sea posible y que la razón de la separación del menor no lo desaconseje).

En el caso de que este acogimiento por parte de abuelos, tíos u otras personas cercanas a la familia no fuera posible es cuando se busca una familia ajena.

Para ser familia acogedora, como ya hemos comentado en el blog, no hace falta cumplir demasiados requisitos (hay algunos, obviamente, pero no dejan de ser cosas "de cajón" como no haber sido privado de la patria potestad), sino simplemente estar dispuestos a vivir la experiencia y disponer de una cierta estabilidad vital.

Eso sí, desde nuestra perspectiva creemos que hay que tener claro ciertas cosas:
  • La decisión de ser familias acogedoras debe de tomarse de manera conjunta por todos los miembros de la familia, y debe hacerse de manera consensuada y responsable.
  • Hay que tener muy claro que no es lo mismo el acogimiento que la adopción. 
  • Personalmente, con esta experiencia no buscábamos satisfacer el deseo de paternidad o maternidad, sino ayudar a un niño o una niña durante un tiempo de su vida.
  • Comprender que se afrontarán problemas, que no siempre será fácil.
  • Entender que para el niño o niña, su familia biológica es fundamental y que este vínculo es grandísimo, por lo que hay que estar dispuesto a no juzgar.
  • Aceptar al niño o niña acogido en su globalidad: con su historia, sus costumbres, su familia biológica y su forma de ser.
En esto último se incide mucho en el curso de formación para familias acogedoras. El menor o la menor, como todos nosotros,  vienen con su propia "mochila" llena de experiencias, sentimientos, emociones y vivencias que les hacen ser, y comportarse, de una determinada manera. 

Aprender a respetar esto, trabajar con ello y ayudar al menor o la menor a ser él o ella mismo, es fundamental para su desarrollo como persona.


3. LAS FAMILIAS BIOLÓGICAS
Por mucho que te cuenten en el curso de formación la importancia del vínculo entre el niño o niña en acogimiento y su familia biológica, especialmente con la figura materna, no eres consciente de ello hasta que no lo compruebas por ti mismo.

Es fácil caer en la estigmatización de estas familias, creer que son todas de una determinada manera, pero la realidad, y más aún en el momento económico que vivimos, demuestra que cualquier persona sin una red de apoyo familiar sólida, en un momento económicamente nefasto puede verse en la situación de no poder hacerse cargo de sus hijos o hijas.

La familia biológica es parte imprescindible del niño o la niña, sobre todo en el caso de que el objetivo sea el retorno a la propia familia; por ello, cuidar las relaciones o reforzarlas mientras el menor está en nuestra casa, para nosotros ha sido fundamental.

Desde el primer momento, en nuestro caso y por una situación concreta, la relación con la familia biológica ha sido buena, nos hemos conocido y hablamos de manera habitual cuando "La pequeña" tiene visitas.

¿Y qué son la visitas? Pues son los ratos que "La pequeña" está con su madre durante la semana... pero este tema nos queda pendiente porque es bastante importante como para dedicarle sólo un par de párrafos.



2 comentarios:

  1. Muy importante la reflexión de que no sustituis a la familia biológica, porque esa sigue ahí. Mantener ese equilibrio no debe de ser fácil, ¿no?

    Con cada entrada que escribís, me reafirmo más en que sois unos valientes, y que me alegro muchísimo :)

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    1. Pues si, Almu, a veces no es fácil. Sobre todo es muy difícil aceptar algunas situaciones y no juzgarlas... teniendo en cuenta que somos personas, y por tanto subjetivos... es complicado

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